Ficha de evento
Programa 08
Teatro Cervantes
Director:
Tomás Brauner
Primera parte
FRANZ JOSEPH HAYDN
La isla deshabitada, Hob. XXVIII: 9. Obertura (*)
- Largo-Vivace assai-Allegretto-Vivace
CARL REINECKE
Concierto para flauta y orquesta en Re mayor, Op. 283 (*)
- Allegro molto moderato
- Lento e mesto
- Moderato – In tempo animato – Tempo I – Più mosso – Più lento maestoso
Flauta Clara Andrada
Segunda parte
BOHUSLAV MARTINŮ
Cuarta Sinfonía, H. 305
- Poco moderato
- Scherzo. Allegro vivo. Trio. Moderato
- Largo
- Poco allegro
(*) Primera interpretación de la OFM
ENTRADAS
ARTISTAS
Tomáš Brauner
Director
Ficha del artista
Clara Andrada
Flauta
Ficha del artista
NOTAS AL PROGRAMA
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La ópera La isla deshabitada fue compuesta por Haydn en 1779 con libreto de Metastasio. Cuenta la historia de Constanza, abandonada en una isla desierta con su hermana menor Silvia, y su posterior rescate y feliz reunión con su esposo Gernando. Esta pieza es un ejemplo destacado de su talento como compositor y su capacidad para crear música que evoca imágenes y emociones. Aunque la ópera no es tan conocida como otras obras de Haydn, la obertura sigue siendo interpretada y apreciada como una composición autónoma y representativa del clasicismo más auténtico como estilo musical.
Carl Reinecke fue un pianista y profesor virtuoso hanseático cuyo arte interpretativo fue admirado por Franz Liszt y Clara Schumann, y entre cuyos alumnos se encontraban la hija de Liszt, Cósima (futura esposa de Richard Wagner) y, en composición, el joven Edvard Grieg. Hoy en día, Reinecke es más conocido por sus obras para piano, por su Sonata para flauta (Undine) y por este Concierto para flauta en Re mayor, que es casi el único romántico para tal instrumento que se encuentra en el repertorio. Consta de tres movimientos bien diferenciados. El Allegro molto moderato inicial es el más sinfónico de los tres y refleja la influencia de Brahms en sus primeros compases, producto de una convencida estética preexistente en el autor. El Lento e mesto tiene el estilo de un aria belcantista en la que la flauta se manifiesta lúgubre entre el acompañamiento orquestal. El final es más optimista de lo que podría sugerir su designación de moderado al escucharse su textura general, en la que el diálogo de la melodía y el acompañamiento se manifiesta claramente equilibrado. Después de una versión reducida para piano presentada en Leipzig el 15 de marzo de 1909 por el flautista silesio Maximiliano Schwedler, su dedicatario, su estreno oficial tuvo lugar en el Queen’s Hall de Londres con Abert Fransella de solista y la Promenade Orchestra bajo la dirección de Henry Wood el 4 de septiembre de ese mismo año.
La Cuarta Sinfonía es una de las obras orquestales más atractivas y apacibles de Bohuslav Martinů. Dedicada a Helen y Bill Ziegler, rico y aristocrático matrimonio neoyorquino, fue escrita durante los meses de abril a junio de 1945 en Nueva York, siendo estrenada el 30 de noviembre del mismo año en la Academia de Música de Filadelfia por la famosa orquesta de dicha ciudad bajo la dirección de Eugene Ormandy. Un suave susurro impresionista abre el primer movimiento, dando paso a un divertido motivo de instrumentos de viento que se caracteriza por parecerse a cantos de pájaros. No tiene una sección de desarrollo como tal, presentando una metamorfosis constante de un par de ideas breves que conducen a una gran coda. El segundo, parecido a un scherzo, comienza con una melodía alegre que va desde el fagot hasta la trompeta y así sigue alrededor de la orquesta. Entre las dos presentaciones de esta animada música hay una sección de trío suave que recuerda a Dvořák, mostrándose la característica alegría rítmica de Martinů. Un toque de inquietud y ansiedad subyace en el misterioso tercer movimiento, Largo. Aparece con un tema más expansivo y relajado que conduce a un clímax dinámico. La sensación de ansiedad regresa, pero se disipa en la tranquila coda. También refleja inquietud en el tema inicial del movimiento final, Poco allegro. Esta sensación se alterna con una melodía de cuerda amplia y rica, desarrollándose estas dos ideas en un proceso de distensión entre las dos, para finalmente prevalecer e imponerse una serie de motivos musicalmente más brillantes y acertados.
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