El Teatro Cervantes será el escenario de este concierto número ocho de la presente temporada de abono de la OFM con su director titular y artístico en el pódium.

Tendrá lugar los días 26 y 27  de marzo, jueves y viernes, a las 20h., el Teatro Cervantes será escenario de este octavo concierto de abono.

En la primera parte la OFM interpretará la Quinta Sinfonía en Do menor, Op.67 de Beethoven. Compuesta entre 1804 y 1808, no ha existido una obra que haya disfrutado de tan grande y perdurable popularidad. Cuatro notas con las que se identifica la compleja personalidad de este genio de la música. Esta sinfonía es el resultado de un estado emocional de pasión interior producto de una crisis existencial casi constante en la vida del músico, sus angustias, desesperaciones y alegrías quedaban durante tiempo ocultas esperando el momento de eclosión. Difícilmente se puede averiguar qué sentimiento le llevó a componer esta obra que, claramente, es expresión de sus torrentes psicológicos que, con un constante ritmo anhelante se persiguen unos a otros desde el principio y hasta el final de su heroico discurso. Se la llama Sinfonía del Destino, especialmente por su motivo inicial, que el propio Beethoven describió como “Así llama el destino a la puerta”.

La segunda parte se dedicará a Antonin Dvorák con su Sinfonía nº 8 en Sol Mayor, Op.88. Fue escrita entre agosto y noviembre de 1889,  en una tonalidad muy frecuente en las numerosas canciones folclóricas en las que se inspira, realmente es la obra más checa de Dvorák. Aunque la estructura sinfónica empleada es la clásica forma sonata, lo realiza de un modo bastante libre. Está llena de un acusado lirismo checo, expresado como si de música de cámara se tratara, resaltando su simplicidad diatónica de alternancia de modos. Dedicada al emperador Francisco José I de Austria, fue estrenada en Praga en 1890 bajo la dirección del propio autor.