El Primer concierto para piano en Si bemol menor, Op. 23, de Piotr Ilich Tchaikovsky, fue compuesto entre noviembre de 1874 y febrero de 1875, y posteriormente revisado en 1879 y 1888, siendo esta última la versión que se interpreta habitualmente. Su estreno tuvo lugar el 25 de octubre de 1875 en el Boston Music Hall, a cargo de Hans von Bülow al piano, dirigiendo la orquesta Benjamin Johnson Lang. Este hecho es significativo, ya que el pianista predilecto de Tchaikovsky, Nikolái Rubinstein, había criticado inicialmente la pieza con dureza. Sin embargo, Rubinstein más tarde se retractó y se convirtió en un ferviente defensor de la obra. Es, sin duda, una de las composiciones más populares de Tchaikovsky y uno de los conciertos para piano más reconocidos del repertorio concertante romántico.

Cuando Richard Strauss compuso su ópera Der Rosenkavalier (El caballero de la rosa) entre 1909 y 1910, ambientándola en la Viena del siglo XVIII, empleó el vals como un elemento anacrónico para evocar la gracia y elegancia de una época dorada ya pasada, utilizándolo como referente musical de la sofisticación estética vienesa. Dos décadas después, en una difícil situación financiera tras la Segunda Guerra Mundial, Strauss consintió otra versión orquestal de su partitura. Esta Suite, presumiblemente arreglada por Artur Rodzinski (entonces director de la Filarmónica de Nueva York), se publicó en 1945, con su primera interpretación en Nueva York el 5 de octubre de 1944.