El Primer concierto para violín y orquesta en si bemol mayor, K. 207 de Wolfgang Amadeus Mozart, se creía compuesto en 1775, pero otras investigaciones sugieren que fue alrededor de 1773. Esta alegre pieza con rápidos pasajes de semicorcheas originalmente tenía un rondó, K. 269, como posible final, compuesto para el violinista Brunetti, aunque el concierto suele interpretarse con su final original, convirtiéndose dicho rondo en pieza independiente. Mozart, inicialmente concertino en Salzburgo, escribió numerosos trabajos para violín, incluyendo sonatas y conciertos. Aunque los estrenos son desconocidos, se documentan interpretaciones posteriores.

La Primera Sinfonía, “Titán” de Gustav Mahler, compuesta entre 1884 y 1888, fue estrenada el 20 de noviembre de 1889 por la Orquesta Filarmónica de Budapest bajo la dirección del autor. Inicialmente concebida como un poema sinfónico de cinco movimientos e influenciada por la novela Titán de Jean Paul Richter y otros románticos alemanes, Mahler la revisó extensamente. Así, eliminó el segundo tiempo titulado Blumine y los subtítulos extramusicales en 1896, estableciendo su forma definitiva de cuatro partes en su publicación el año 1899. A pesar de una fría recepción inicial, especialmente hacia la Marcha Fúnebre de su tercer movimiento, la sinfonía es hoy una de las obras más apreciadas de Mahler, considerada una “autobiografía cultural” y un hito en su maestría.