Orquesta Filarmónica de Málaga

Nota de prensa

El Teatro Cervantes será el escenario de este segundo concierto de la presente temporada de abono 20_21 con una de las sinfonías cumbres del genio de Salzburgo.

Los días 1 y 2 de octubre, jueves y viernes, a las 20h. en el Teatro Cervantes, el maestro malagueño Arturo Díez Boscovich dirigirá a la OFM.

Se iniciará la primera parte del programa con la Obertura de Idomeneo, rey de Creta, K. 366. Con veinticuatro años, Mozart recibe el encargo del Príncipe Elector de Baviera, de componer una ópera sobre Idomeneo para ser representada en las fiestas de carnaval. Se estrenó en Múnich en 1781. Su obertura con su textura rica y exuberante, presenta una tempestad sonora equilibrada por el genio de Mozart.

Se completará esta primera parte con el Concierto para flauta y orquesta, CNW. 42 de  Carl Nielsen. Con sólo dos movimientos y carente de una tonalidad principal definida, fue compuesto en 1926 y dedicado al flautista Holger Gilbert-Jespersen, quien lo estrenó como solista ese mismo año. Se trata de una obra neoclásica-modernista cercana a las corrientes de los años veinte.
Actuará como solista la flautista valenciana Pilar Constancio

La segunda parte del programa se dedicará a la Sinfonía nº 39 en Mi bemol mayor, K. 543, «Canto del cisne», de Wolfgang Amadeus Mozart. Las tres últimas sinfonías – 39, 40 y 41- del salzburgués fueron compuestas en cuarenta y seis días del verano de 1788, como re­sultado de un rapto de verdadero poderío creativo en la consecución de un ideal sinfónico con el que sólo pretendía satisfacer su propia voz y sentir estético. Con esta sinfonía Mozart regresó a la estructura de cuatro movimientos característica del clasicismo. Es la única sinfonía de la edad adulta de Mozart que no utiliza oboes, lo que significa que los clarinetes tienen una prominencia inusual. Tiene una introducción lenta, un rasgo común en las sinfonías de la época, pero poco común en Mozart. Esta lenta introducción luego casi se disipa en unos pocos compases antes de que el enérgico Allegro haga una entrada. Mozart cerró esta sinfonía con un allegro en el que se repiten los temas del desarrollo como un canto del cisne (Schwanengesang), que es el nombre con el que a veces es mencionada.