El Teatro Cervantes será el escenario de este programa con el maestro asturiano Pablo González dirigiendo la Filarmónica de Málaga.
Los días 5 y 6 de abril, jueves y viernes, a las 20h. en el Teatro Cervantes tendrá lugar el undécimo programa de abono de la temporada 2017/2018.
Dará comienzo el concierto con la Obertura del El holandés errante, WWW. 63, de Richard Wagner, su primera gran ópera, inspirada en una novela de Heine, compuesta entre 1839 y 1841, y estrenada en Dresde en 1843. La obertura tiene el sesgo de un poema sinfónico en forma de sonata con dos temas destacados; la tempestad que azota al buque a la deriva que busca refugio, tocado por las trompas y los fagotes, y otro a cargo de los instrumentos de madera que evoca la figura de Senta. El pasaje siguiente vuelve a los tempestuosos sones iniciales donde aparece la contraposición de ambos temas que desemboca en la coda que precede a su final.
Se completará esta primera parte del programa con el Concierto para oboe en Re mayor, Op. 144, TrV. 292 de Richard Strauss, fue estrenado en Zürich en 1946. Es el resultado de la petición que le hizo el oboista californiano John de Lancie, su dedicatario, soldado norteamericano destinado en 1945 en Garmisch, ciudad donde residía el compositor. Sustentado por sencillas bases armónicas de estructura diatónica, el compositor se apartó en él del complicado cromatismo propio de sus óperas y reveladores poemas sinfónicos de juventud.
Actuará como solista el oboísta Hansjörg Schellenberger.
La segunda parte del concierto se dedicará a la Sinfonía nº 5, Op. 50 de Carl Nielsen,
fue estrenada por su autor en Copenhague en 1922. Tiene dos movimientos a su vez divididos en dos partes cada uno. El primero tiene una tonalidad evolutiva que termina con un sugestivo fondo rítmico marcado por el tambor. El segundo tiempo destaca el poderoso unísono de las cuerdas frente a las mixturas de los instrumentos de viento. Tras un lírico intermedio con un tranquilo Andante, retoma el ritmo ternario inicial con el que concluye la obra. La dedicó a su amigo Carl Johan Michaelsen y a su mujer Vera.