Ficha de evento
Programa 11
Teatro Cervantes
Director:
Charles Olivieri-Munroe
Primera parte
ENRIQUE GRANADOS
Tres danzas españolas
- Oriental (No. 2)
- Andaluza (No. 5)
- Rondalla Aragonesa (No. 6)
WŁADYSŁAW ŻELEŃSKI
En los Tatras, Op. 27. Obertura (*)
Segunda parte
PIOTR ILYICH TCHAIKOVSKY
Tercera Suite Orquestal en Sol mayor, Op. 55 (*)
- Élégie. Andantino molto cantabile
- Valse mélancolique. Allegro moderato
- Scherzo. Presto
- Tema con variazioni. Andante con moto
(*) Primera interpretación de la OFM
ENTRADAS
ARTISTAS
Charles Olivieri-Munroe
Director
Ficha del artista
NOTAS AL PROGRAMA
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Compuestas en 1883, las Danzas Españolas de Enrique Granados representan la música más obviamente nacionalista de su catálogo, un ejemplo notable de la influencia de los principios del maestro Felipe Pedrell. La inspiración popular se viste en ellas de un lenguaje musical absolutamente romántico. Granados no está aquí armonizando motivos folklóricos, ya que sus temas son originales, aunque la conexión con la tradición popular es manifiesta. La Segunda danza en Do menor, “Oriental” está dedicada a Julián Martí. Su melodía sencilla, quejumbrosa y algo exótica recuerda a la música árabe. La Quinta en Mi menor, “Andaluza”, dedicada a Alfredo García Farià, imita a la guitarra en la sonoridad melancólica de su apertura a la que sigue un episodio central más sereno. La brillantísima Rondalla Aragonesa en Re mayor sugiere un cuento de hadas, cuya parte central, Molto andante espressivo, es una espléndida jota en su intenso sentido de danza.
Władysław Żeleński fue un músico polaco que nació cerca de Krakovia en la pequeña localidad de Grodkowice el 6 de julio de 1837. Inició sus primeros estudios musicales en Polonia, continuándolos en Praga, donde también obtuvo un doctorado en filosofía, y más tarde en París donde perfeccionó la habilidad de la composición basada en métodos de enseñanza clásicos que, con el tiempo, le llevaría a ser considerado el compositor polaco de música dramática más sobresaliente y representativo después de Stanislaw Moniuszco. Estuvo muy involucrado en el resurgimiento de la vida musical de su país. Esto le llevó a ser nombrado director de la Sociedad de Música de Varsovia y fundador en 1888 del Conservatorio de la Sociedad de Música de Cracovia. La obertura orquestal En las montañas Tatra fue escrita en 1870 durante su estancia en París. Como sus sinfonías no han llegado hasta nosotros, esta obra se considera muy representativa de su creatividad orquestal. Es una composición en forma de sonata, con fugato en el desarrollo, que se representó por primera vez el año 1871 en Cracovia, manteniéndose desde entonces como ejemplo destacado de este compositor.
Tchaikovsky escribió sus cuatro suites para orquesta entre 1879 y 1887. A todas, excepto a la última, pretendió en algún momento de su creación convertirlas en sinfonías, aunque al observar que había escrito movimientos de carácter bailable y de humor liviano, carentes de la importancia de la forma de sonata-allegro y, por lo tanto, sin posibilidad de desarrollo sinfónico, concluyó sus suites con un conjunto de temas y variaciones a gran escala. La Tercera Suite para orquesta en Sol mayor, Op. 55, escrita entre abril y julio de 1884, está dedicada al pianista, director y compositor alemán Max Erdmannsdörfer, quien la dirigió en Moscú en enero de 1885, pocos días después del estreno absoluto en San Petersburgo bajo la dirección de Hans von Bülow en un concierto organizado por la Sociedad Musical Rusa. En el primer movimiento, Elegía, utilizó tres temas, todos ellos fluidos y líricos, en forma de rondó. El segundo, Valse mélancolique, va más allá de la nostalgia, presentando un tono bastante amargo y afligido. El Scherzo es una tarantela con un raro y amenazador aire marcial. El tema del cuarto movimiento se introduce únicamente en las cuerdas, seguido de doce variaciones, la mayoría de las cuales se presentan con diferente tipo de instrumentos. En la sección central se cita la melodía del sacro canto llano Dies Irae. Termina con una gran polonesa en un ambiente intenso y majestuoso que electriza al público sobre todo cuando se utiliza como música de ballet.
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