Ficha de evento
Programa 10
Teatro Cervantes
Director:
José María Moreno
Primera parte
ERICH WOLFGANG KORNGOLD
Suite de ‘El Señor de los siete mares’
FRANZ LISZT
Primer Concierto para piano y orquesta en Mi bemol mayor, S. 124
- Allegro maestoso
- Quasi Adagio
- Allegretto vivace. Allegro animato
- Allegro marziale animato
Piano Juan Pérez Floristán
Segunda parte
EDWARD ELGAR
Primera Sinfonía en La bemol mayor, Op. 55
- Andante. Nobilmente e semplice
- Allegro molto
- Adagio
- Lento-Allegro
ENTRADAS
ARTISTAS
José María Moreno
Director Titular y Artístico
Ficha del artista
Juan Pérez Floristán
Piano
Ficha del artista
NOTAS AL PROGRAMA
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A Korngold sólo le llevó siete semanas completar la partitura de 96 minutos del film The Sea Hawk (El halcón del mar) realizado por Michael Curtiz. Muchos críticos la consideran su mejor banda sonora. Esta película de aventuras de 1940 fue protagonizada por Errol Flynn como un corsario de capa y espada al servicio de la reina Isabel I de Inglaterra. La suite original que Korngold preparó a partir de la música de la película fue reconstruida en 2003 por el arreglista Patrick Russ. Comienza con el motivo de fanfarria que acompaña muchas de las atrevidas hazañas del héroe. Luego pasa inmediatamente al tema del amor, que se utiliza para expresar también los sentimientos de libertad y patriotismo. Una repetición del tema heroico conduce a un desarrollo más largo del tema lírico, seguido de música animada que representa el barco del héroe y la pompa y el esplendor de la corte de la reina. Una música más lenta y exótica nos traslada a las selvas de Panamá. Un estallido violento acompaña luego al duelo del héroe con un traicionero caballero inglés aliado de los españoles. El regreso del tema heroico señala la huida del protagonista de su cautiverio como galeote en un barco español, y la suite termina con una repetición de la música de amor y una última floritura galante de sugestivo efecto.
La génesis del Primer concierto para piano y orquesta en Mi bemol mayor S.124 de Franz Liszt se remonta a 1830, cuando esbozó el tema principal en un cuaderno, no volviendo a trabajar en él hasta la década de los años cuarenta. Como neófito en el arte de la orquestación, Liszt contó con la ayuda de su alumno Josef Joachim Raff para darle a la obra un sentido instrumental. Completó el concierto en 1849, pero realizó varias revisiones durante los años siguientes. La versión final de la obra data de 1856. Las secciones principales del concierto se unen a la perfección en una única estructura a gran escala parecida a un poema sinfónico, en el que destaca su sentido cíclico, como advirtiera Béla Bartók; “Es la primera realización perfecta de la forma de sonata cíclica, con temas comunes tratados según el principio de variación”. Dedicado al pianista y compositor londinense Henry Charles Litolff, fue estrenado en 17 de febrero de 1855 en Weimar por la Staatskapelle Orchestra con Berlioz en el pódium y Liszt al teclado.
Edward Elgar había considerado en 1898 iniciar la composición de una sinfonía basada en la vida del heroico general inglés Charles George Gordon, que nunca llegó a materializar, lo que no le impidió seguir con la idea de componer en esta forma musical. Aceptó un encargo del Comité del Festival de Leeds para escribir una sinfonía en 1904, cuyo trabajo tuvo que plantearse con intensa dedicación dada la dimensión que deseaba dar a la obra. Poco después de su cincuenta aniversario se dispuso a trabajar en serio en su Primera Sinfonía, que resultó ser una composición totalmente diferente de su pretendida en homenaje a Gordon. Comienza con un tema amplio y noble que cohesiona todo su contenido, que se repite a intervalos a lo largo de sus cuatro movimientos antes de emerger como una marcha triunfal en su final. El Adagio es considerado como el más perfecto y lírico de toda la producción de Elgar. Tuvo un éxito inmediato, y Elgar fue llamado al escenario varias veces durante su primera presentación en el Salón de Libre Comercio de Manchester el 3 de diciembre 1908 por la Orquesta Halle dirigida por su dedicatario, el maestro Hans Richter, “verdadero artista y verdadero amigo” según palabras del autor.
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