Ficha de evento
Programa 02
Teatro Cervantes
Director:
José María Moreno
Primera parte
WOLFGANG AMADEUS MOZART
Obertura de Don Giovanni, K 527
FRÉDÉRIC CHOPIN
Segundo Concierto para piano y orquesta en Fa menor, Op.21
- Maestoso
- Larghetto
- Allegro vivace
Piano Anna Fedorova
Segunda parte
ISAAC ALBÉNIZ
Suite española, Op.47 (Orquestación: Rafael Frühbeck de Burgos)
- Castilla (Seguidillas)
- Asturias (Leyenda)
- Cádiz (Saeta)
- Sevilla (Sevillanas
- Granada (Serenata)
- Cataluña (Corranda)
- Córdoba (Cantos de España, Op. 232-4)
- Aragón (Fantasía)
ENTRADAS
ARTISTAS
José María Moreno
Director Titular y Artístico
Ficha del artista
Anna Fedorova
Pianista
Ficha del artista
NOTAS AL PROGRAMA
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Pocas oberturas de una ópera resumen con tanta elocuencia el contenido dramático como la que inicia el Don Giovanni de Wolfgang Amadeus Mozart. En ella se encuentran todas las claves que han de desarrollarse en el libreto de Da Ponte. La oposición de dos fuerzas como la muerte convertida en el castigo del héroe por su maldad y el ansia vital de éste conforman el contraste de la obertura. Así, el Andante, con los escalofriantes acordes iniciales en tono menor, intensificados con las notas tenidas de los instrumentos de viento, las síncopas de los primeros violines y los redobles de los timbales, presentan ya desde un principio la solución del drama que ha de producirse en la gran escena entre el comendador y Don Juan previa al final de la ópera. Después de unas escalas que van acrecentando la tensión dramática en línea con los postulados del incipiente movimiento estético romántico denominado Sturm und Drang, pasa, sin solución de continuidad, al Molto allegro en tonalidad mayor de Re al que suceden diversas modulaciones para encaminarse de nuevo a la tonalidad inicial, concluyendo de este modo como pieza de concierto, a diferencia de su derivación a Fa cuando su conclusión se encadena con la entrada de Leporello en la primera escena del drama.
A diferencia de los conciertos de Mozart en los que este compositor estableció un diálogo entre el solista y la orquesta, Chopin limitó la función de ésta a introducir los temas y a servir de enlace en los distintos episodios de cada movimiento, erigiéndose el piano en auténtico protagonista en el primer concierto que compuso en la tonalidad de Fa menor el año 1829 y que aparecería publicado con el número dos en 1836. Se inició su composición cuando su autor regresó a Polonia de una visita a Viena en el verano de aquel año. Chopin volvió muy contento de aquel viaje dado el éxito que obtuvo en la capital austriaca, habiéndose comprometido a volver con nuevas obras. El modelo que adoptó en su creación lo encontramos en autores contemporáneos como Johann Nepomuk Hummel, principalmente, el irlandés John Field o en el prestigioso pianista alemán Friedrich Kalkbrenner. Dedicado a la condesa polaca Delphine Potocka, el Segundo Concierto para piano y orquesta, Op.21 fue estrenado por el propio compositor en Varsovia el 17 de marzo de 1830. Su platilla orquestal está compuesta por instrumentos de madera a dos, dos trompas, dos trompetas, trombón bajo, timbales y completa sección de cuerda.
Originariamente escrita para piano en 1886, la Suite Española nº 1, Op. 47 de Isaac Albéniz es un viaje musical por siete ciudades españolas más Cuba, provincia todavía perteneciente en esa época al Reino de España, en las que el músico de Camprodón adopta una serie de usos y modismos folclóricos expresados a través del color instrumental emergente de un deslumbrante virtuosismo pianístico, que refleja ese carácter impresionista hispano como ningún otro compositor supo pintar musicalmente. Este resultado favoreció la versión para orquesta que realizó el director Rafael Frühbeck de Burgos, sustituyendo el último número, Cuba, por Córdoba, cuarta pieza de la colección Cantos de España, Op. 232, fechada en 1897. El resultado de la transcripción es de notable belleza orquestal favorecida por la fidelidad al sentido de la obra original como resultado de sus bien tratadas interjecciones rítmicas y la diáfana exposición del flujo melódico de cada pieza, especialmente la orientación lírica que le da a la dedicada a la ciudad califal, que cierra esta más que interesante versión de este insigne y recordado sucesor de Ataúlfo Argenta en el pódium de la Orquesta Nacional de España desde 1962 hasta 1978.
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